ARTICULO DE OPINIÓN.
¿SE NECESITA UNA HUELGA GENERAL?
¿Es el 29 de Septiembre un día para la transformación social?, ¿Ir a la huelga general ayudará a cambiar este mundo?, preguntas estas que mucha gente se hace y que aunque considero que la respuesta es sencilla, también entiendo que se dude, de ahí que me atreva a realizar esta reflexión por si sirve.
La situación actual de crisis que nos rodea en nuestros barrios, ciudades y continentes, están generando un clima de malestar y mal vivir, poniéndonos en una situación entre el miedo a no perder lo poco que tenemos y el convencernos que hay que conseguir volver a seguir creciendo ilimitadamente (fundamento este del sistema que nos engulle). Está claro que esto no puede seguir así para nadie, ya que estamos dejando de ser personas y se nos convierte y nos convertimos en elementos de consumo exclusivo, hasta la parte más intima de la persona que es su tiempo libre se ha convertido en un tiempo de consumo (grandes almacenes, futbol, …). Generando en aquellos que no pueden hacerlo una sensación de estar fuera de este juego tan perverso que es el consumismo atroz.
Pero realmente ¿quiénes son los verdaderos perjudicados de esta situación?, ¿los poderosos?, ¿Los que deciden si vamos a poder vivir un poco mejor todos ó que vivan mejor los más tienen?, no olvidemos que mientras que crece el número de pobres, también está creciendo el número de ricos.
La pregunta inmediata es por qué se produce todo esto. Porque esto está dirigido por unos pocos que tienen el capital y el poder, los cuales se sirven de unos gobiernos que con la cacareada democracia nos intentan convencer que trabajan para el pueblo, viéndose claramente, que excepto cuatro leyes sociales (tan necesarias como insuficientes) que han promulgado, el resto beneficia a los poderosos; ayudas a los banca, a las grandes empresas, … cargando sobre el pueblo llano el peso de la crisis, generando más indefensión y detrimento en sus condiciones de vida (tanto laborales, como de consumo básico).
Y este poder que sale tan beneficiado, ¿en algún momento está al servicio del pueblo?, pensemos en nuestras pequeñas parcelas de poder, la de cada uno, ¿realmente cuando tenemos que tomar decisiones contamos con la gente a la que se supone debemos estar dándole un servicio?. La respuesta es contundente, NO, damos las órdenes oportunas y en el mejor de los casos, comentamos con los de nuestro mismo nivel de poder. Así cuando la decisión beneficia (época de bonanza) todos contentos, pero cuando la decisión perjudica, simplemente hay que convencer a quien le perjudica, que es lo menos malo que le puede pasar y si no quiere convencerse se le obliga, un ejemplo: “hay que apretarse el cinturón en época de crisis así que da gracias que vas a tener 420 € de paro (otros no tienen ni eso) y si con eso no puedes vivir (si ves pasar necesidades a partir del 15 del mes a tus hijos) no intentes otras cosas porque puedes acabar en la cárcel, así que agacha el lomo y ve a pedir.
Es por eso, que el poder corrompe, una sociedad crea un estado para una mejor organización, pone a unos gobernantes para que vivamos mejor y estos con su mejor intención generan una sociedad de desigualdades y al servicio del capital.
Y que hacemos ante todo esto, nosotros ciudadanos de a píe, algunos creyentes en una sociedad nueva donde “los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”, donde “no he venido a ser servido, sino a servir”. donde “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al Reino de los cielos”, donde “De repente se produjo un temblor tan fuerte que se conmovieron los cimientos de la cárcel; todas las puertas se abrieron de golpe y a todos los presos se les soltaron las cadenas.”. La respuesta es fácil (aunque no se nos permita), PARTICIPAR, PARTICIPAR Y PARTICIPAR, que cómo:
No permitiendo que nuestro vecino no tenga sus necesidades básicas cubiertas (alimentación, ropa, vivienda, educación, empleo, …). Si solos no podemos, juntémonos con otros para hacerlo, en nuestra escalera, parroquia, asociación de vecinos, … generando así redes de apoyo mutuo, donde desde la cercanía y nuestras propias decisiones transformemos esta sociedad.
Analizando (un análisis crítico, no dejándonos que otro no digan lo que tenemos que pesar), donde tengamos claro que el verdadero poder debe estar en todas y cada una de las personas de esta sociedad, y que solo nosotros podemos decidir sobre nuestras vidas, teniendo en cuenta el bienestar de todos (desde el más cercano hasta el más lejano del tercer mundo).
Exigiendo que nosotros queremos poder decidir sobre aquello que nos repercute en función de la necesidades reales que tenemos (los presupuestos de nuestro municipio, las políticas sociales, …) es decir exigimos una participación activa. Pidamos a nuestras entidades sociales cercanas (Cáritas, asociaciones de vecinos, ampas, EAPN, plataformas, …) que nos sirva de interlocutoras.
Diciéndole a este gobierno (tanto mundial, europeo, estatal, autonómico como local), que no estamos de acuerdo como están planteando esto y para ello tenemos una oportunidad el día 29 de Septiembre participando en la huelga general, este es un momento muy importante, tienen que saber los que tienen el poder, que no nos dan igual los cuatro millones y medio de parados, el 25 % personas que viven situación de pobreza, el que los empresarios mantengan su nivel de ganancias a costas del empeoramiento de condiciones laborales de los trabajadores, de que estén destrozando el ecosistema para seguir con un crecimiento ilimitado, ...
Hay que ser consciente de la dificultad que conlleva todo esto, y solo el compromiso del día a día (no olvidemos los que dieron la vida para que ahora vivamos mejor), nos puede llevar a una transformación social donde TODOS seamos un poco más felices.
Alcantarilla, 5 de Septiembre de 2.010
Antonio Vera Manzanares.
Miembro de Caritas Murcia.