MIS LIBROS

  • .Patrias Perdidas
  • Algún amor que no mate.
  • Cachorros de nadie.
  • El mundo de Sofia.
  • La soledad de los números primos.
  • Los aires dificiles

sábado, 2 de octubre de 2010

EL ENCUENTRO

Había quedado citado con un paciente una mañana en un parque de Madrid (más adelante hablaré de mi afición a los parques). Yo atravesaba un momento muy conflictivo de mi vida y me encontraba realmente mal emocionalmente. Desde luego no estaba en condiciones de enfrentarme a problemas ajenos. Pero no tenía manera de localizarle para anular la sesión y demasiadas cosas le habían fallado en la vida como para que yo también le fallara no presentándome a la cita. Así que fui para decirle que ese día no estaba en condiciones de hablar. Su reacción me desconcertó y me molestó pues me pareció que se alegraba de verme mal. Así se lo manifesté y su respuesta fue algo así. "Mira Jesús, hace dos años que tú me estás ayudando. Yo llevo todo es tiempo tratando de echarte una mano en algo y nunca he encontrado en qué te podría ayudar. Ahora te encuentro vulnerable y puedo ayudarte".

Se empeñó en estar conmigo toda la mañana y dedicarse a animarme lo mejor que podía. Cuando me quedé solo analicé lo que había pasado y descubrí algo que me ha servido de mucho en el futuro: durante dos años estuvo tratando de averiguar de que manera podía corresponder a mi ayuda y no la encontró. Es decir, durante dos años yo me había manifestado ante él, o él me había visto, como un ser inalterable, superior y sin necesidad de ser ayudado, como un ser prácticamente perfecto. Desde luego, tiene que ser muy complicado relacionarse con alguien así, porque uno no puede por menos que infravalorarse ante un ser perfecto. Precisamente mi objetivo era que aprendiera a valorarse. Descubrí lo importante que era que viese mi faceta de ser humano, con mis limitaciones, para que pudiera acercarse a mí sin complejos, elemento esencial en un proceso de personalización y respeto hacía si mismo. A partir de ahí aprendí a compartir elementos de mi presente con mis "pacientes". Yo decido cuáles y cuándo, pero lo hago, tanto porque es eficaz en el encuentro como porque también para mí es importante que ellos me conozcan como soy, porque son importantes para mí no sólo como pacientes sino como personas.

Fragmente extraído de "Diálogo Terapéutico en Exclusión Social" de Jesús Valverde Molina.

No hay comentarios: