Una vez consumido un tercio de mi mes de vacaciones estoy empezando a temer seriamente que mis neuronas no lleguen al 1 de septiembre, y soy completamentente consciente de la dificultad que entraña que lleguen sanas y salvas al próximo mes. Y digo esto tras 10 días de serio análisis televisivo veraniego,porque es lo de siempre,lo de todos los veranos, reposiciones,programas de relleno... (tampoco quiere decir que la televisión dentro del curso escolar sea mejor,eeeehhhh)pero es que como vuelva a ver un borracho más a la orilla de la playa gritando fiestaaaaaa!!! creo que me va a dar un infarto. Si es patético ver los efectos del alcohol y demás sustancias en la gente de tu alrededor cuando tu no has consumido más que granizado de limón, se eleva a la enesima potencia cuando estas situaciones salen por televisión como único reclamo veraniego,como sinónimo del sumum de la diversión. No hace falta que nombre las miles de zonas de fiesta veraniega que existen en la peninsula y en las insulas eh, que cada una tendrá sus peculiaridades, pero lo que tienen en común tooodas las zonas es que cuando aparece una cámara,ay!!cuando aparece la cámara la dignidad de los fiesteros desaparece, pobres!
Y es por eso que puesto que este año no voy a salir del aire acondicionado de mi torre, para el año que viene planificaré mis vacaciones con mucha cautela y estaré alerta ante las cámaras que puedan aparecer por la zona, he dicho!!
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